El comercio exterior está experimentando un año difícil, con el décimo mes consecutivo de déficit en la balanza comercial. En noviembre de este año, el déficit alcanzó los US$615 millones, lo que suma un total de US$8000 millones de déficit en lo que va del año.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en noviembre las exportaciones alcanzaron los US$4872 millones, mientras que las importaciones llegaron a los US$5487 millones. En comparación con el mismo período del año pasado, el déficit aumentó en US$1975 millones, debido a un efecto neto negativo en las cantidades de US$1350 millones y en los precios de US$625 millones.
Para el economista Luis Palma Cané, el país continuará teniendo un déficit en su balanza comercial mientras no se corrija completamente el tipo de cambio. Según el experto, un tipo de cambio atrasado perjudica las exportaciones, favorece las importaciones y fomenta la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones. En este sentido, es necesario contar con un tipo de cambio que promueva las ventas externas y permita realizar compras en el exterior.
Otro especialista en negocios internacionales, Marcelo Elizondo, señala que el saldo negativo se debe principalmente a una fuerte caída en las exportaciones, que no puede atribuirse exclusivamente a la sequía en el sector agropecuario. Elizondo considera que la falta de insumos no es un obstáculo para importar materia prima desde otros países, pero en el caso de Argentina, la falta de dólares impide realizar estas importaciones. El especialista concluye que esto muestra el fracaso de la política de aislamiento comercial del país.
El Indec detalla que todos los rubros de exportación experimentaron una disminución en noviembre. Los productos primarios cayeron un 54,2%, las manufacturas de origen agropecuario un 37,5%, las manufacturas de origen industrial un 15% y los combustibles y energía un 9,5%. Las exportaciones en general descendieron un 31,6% en comparación con noviembre de 2022.
Baja participación
Según Elizondo, con los malos resultados en las exportaciones de este año, Argentina tendrá la participación más baja en el comercio internacional de su historia, apenas un 0,25% del total mundial. Esto representa una caída respecto a los promedios anuales de 0,32% y del 0,40% que se tenía a principios de este siglo.
Por otro lado, las importaciones también se han reducido, afectadas por el endurecimiento de las restricciones a las compras en el exterior durante el mes electoral. Según las cifras oficiales, las importaciones descendieron un 4,8% en comparación con noviembre de 2022. Las compras de vehículos automotores de pasajeros cayeron un 62,3%, los bienes de capital un 19,2% y los combustibles y lubricantes un 14,9%. Sin embargo, hubo un aumento del 72% en la compra de bienes despachados mediante servicios postales, un 3,4% en bienes intermedios, un 0,8% en bienes de consumo y un 0,5% en piezas y accesorios para bienes de capital.
En resumen, el comercio exterior argentino enfrenta un año complicado con un déficit persistente en la balanza comercial. Las exportaciones han sufrido una fuerte caída en todos los rubros, mientras que las importaciones también han disminuido debido a las restricciones comerciales. Esto ha llevado a una disminución en la participación relativa de Argentina en el comercio internacional.