El Gobierno libertario y el peronismo han encontrado un punto en común, la ampliación de la Corte Suprema de Justicia. Aunque tienen visiones opuestas sobre la realidad y sus pronósticos, ambos sectores ven en esta propuesta una oportunidad para alcanzar sus objetivos.
Para el Gobierno, la ampliación de la Corte Suprema significaría tener más fichas para negociar con el peronismo en busca de gobernabilidad. Actualmente, el tribunal se encuentra incompleto, con cuatro integrantes, y se espera que dos más se jubilen próximamente. Por lo tanto, la ampliación ofrecería la posibilidad de sumar cuatro miembros más, lo que podría inclinar la balanza a favor del oficialismo.
Por otro lado, para Cristina Kirchner, la ampliación de la Corte Suprema abriría la puerta para dejar en minoría a la mayoría actual, compuesta por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. Esta sería una oportunidad para la exvicepresidenta de debilitar a los jueces que considera responsables de sus problemas legales y de su pérdida de influencia en el poder judicial.
Sin embargo, para lograr la ampliación de la Corte Suprema, se requeriría un acuerdo con sectores de la oposición, ya que se necesita una mayoría de dos tercios en el Senado. En este sentido, el peronismo parece estar más predispuesto a apoyar esta medida.
En medio de estas negociaciones, la política sigue elucubrando sin desanimarse por la crisis económica y las urgencias de la calle. Mientras tanto, los movimientos en la Corte Suprema reflejan la tensión entre el Gobierno libertario y los jueces, que buscan mantener su independencia y evitar interferencias en su labor.
La ampliación de la Corte Suprema se ha convertido en un punto de convergencia entre el Gobierno libertario y el peronismo. Ambos sectores ven en esta propuesta una oportunidad para alcanzar sus objetivos, ya sea fortaleciendo su gobernabilidad o debilitando a la oposición. Sin embargo, se requerirá un acuerdo con sectores de la oposición para llevar a cabo esta medida.