Muchas son las razones por las cuales una persona decide participar en un programa como “Los 8 escalones de los 3 millones” (eltrece). Algunos lo hacen para poner a prueba sus conocimientos y probar suerte en la televisión, mientras que otros lo hacen por necesidades económicas, como pagar deudas o ayudar a sus seres queridos. En el caso de Marta, una kiosquera de Balvanera, se trataba de saldar una importante deuda económica.
Marta fue la última concursante en jugar por la llave, y eso no le agradó mucho. Guido Kaczka, el conductor del programa, le preguntó qué hacía en la vida. Marta, entre risas y gestos con las manos, respondió que era kiosquera. Guido bromeó diciendo que parecía que ella misma no sabía cómo había llegado allí, pero Marta aclaró que se había anotado por su propia voluntad.
Después de superar la primera ronda de preguntas, Marta avanzó a la siguiente etapa del juego. Durante la conversación, Guido reveló que Marta tenía una deuda con una empresa prestadora de servicios de agua, y ella mostró siete dedos para indicar que la cifra adeudada era de alrededor de un millón y medio de pesos. Los millones del premio serían utilizados para pagar esa deuda.
Marta continuó avanzando en el juego hasta llegar a la final, donde se enfrentó a otra concursante. Fue una batalla reñida, pero finalmente Marta se consagró como la ganadora de los tres millones de pesos. Su familia la abrazó emocionada y todos celebraron su triunfo.
Sin embargo, después de la victoria, llegó el momento de la negociación. Marta tenía los millones, pero Mateo, el concursante que tenía la llave del departamento, quería quedarse con todo el premio. Marta le ofreció comprarle la llave por $200.000, pero él no aceptó esa cifra y pidió la totalidad del premio. Como Marta no estaba dispuesta a entregar los tres millones, no se llegó a un acuerdo.
Así que Marta regresará al programa para duplicar el valor del premio y el ganador de la llave competirá en la final por un segundo departamento a estrenar. Mientras tanto, Marta sigue siendo la kiosquera de “lo de Martita” en Balvanera, viviendo con su hijo Marcos, sus dos nietos y su perrito en el barrio de Congreso.