El Arzobispo de La Plata destaca las consecuencias de la inflación del gobierno de Milei.
El Arzobispo de La Plata, Gabriel Mestre, resalta que las consecuencias de la inflación han sido “calamitosas” y destaca que la situación social en el país “se está poniendo muy complicada”. En la previa del encuentro que mantendrán Francisco y Javier Milei, Mestre considera que el Papa tuvo un “gesto” al recibir en privado a su par argentino “pese a sus comentarios desubicados”.
La carta de la Conferencia Episcopal Argentina
Según Mestre, la charla entre los dos jefes de Estado girará en torno a los términos de la carta divulgada ayer por la Conferencia Episcopal Argentina, titulada: “El pedido de pan de cada día es un clamor de justicia”. El documento hace referencia a la inflación que desde hace años “crece día a día y pega fuertemente en los precios de los alimentos”. De acuerdo con el documento, el alza “lo siente claramente la clase media trabajadora, los jubilados y aquellos que no ven crecer sus salarios. También todo el universo de la economía popular, donde prácticamente se trabaja sin derechos”.
El gesto ejemplar de Francisco
“Desde mi punto de vista, es ejemplar la actitud de Francisco de recibir a Milei pese a que éste, cuando fuera candidato, tuvo actitudes un poco desubicadas”, expresó Mestre a LA NACION. Francisco recibirá a Milei el lunes 11 de febrero durante una audiencia privada durante el acto de canonización de Mama Antula, la primera santa argentina.
La postura de la Iglesia Católica
Para Mestre, la actitud de Francisco es “ejemplar”. “El Papa va a plantear algunas de las cuestiones del documento, supongo yo, porque comparte el pensamiento”, expresó Mestre. El arzobispo recalcó que “el ajuste no lo tienen que pagar la comida de los pobres” ya que a los sectores más humildes “les está costando muchísimo”. Además, advirtió que es un error “demonizar a los intermediarios” como la Iglesia Católica u otras organizaciones que actúan para cumplir un rol que competiría al Estado, para atender a los más débiles o excluidos.
El arzobispo insistió que en los últimos meses las consecuencias de la inflación -que viene de años- han sido “calamitosas”. Y enumeró: “Hay más gente en los comedores, y en muchas escuelas parroquiales ya los padres no pueden pagar cuotas que son insignificantes”.