Tenso enfrentamiento entre el encargado de una heladería y dos presuntos vendedores ambulantes en Palermo
Un tenso enfrentamiento entre el encargado de una heladería y dos presuntos vendedores ambulantes ocurrió el lunes por la noche en el local ubicado entre las calles Armenia y Soler, barrio porteño de Palermo. El conflicto tuvo lugar minutos antes de las 23, luego de que los agresores desparramaran cerveza sobre el piso y las mesas que el establecimiento tenía apostadas sobre la vereda. Las dos partes involucradas intercambiaron golpes, palazos y sillazos.
Adrián, el apoderado de la sucursal de la heladería Donaldo en Palermo, sostuvo en diálogo con Telefé Noticias que “los dos muchachos no eran vendedores sino que venían de robar en supermercados”. “Tenían botellas de cerveza y de champagne, y caminaban con una pizza en la mano, que seguro habían mangueado del local de al lado. Cuando nos encontramos con ellos, pudimos darnos cuenta de que ya estaban borrachos, drogados y profesaban cierta actitud violenta”, remarcó.
Acto seguido, el empleado relató la secuencia que devino en el altercado: “Se sentaron en la mesa de afuera, uno agarró una lata de cerveza y procedió a desparramar por el piso, por las mesas. Yo salí a decirles que no podían hacer eso, que por favor se levantaran. En un principio me hablaron bien y después se violentaron. Entré al local y me siguió uno de ellos. Comenzó a insultarme, a gritarme. Tenía mucho resentimiento. Me tiró un frasco de alcohol que estaba sobre la barra y yo me defendí”.
Los videos captados por una de las cámaras de seguridad instaladas en la heladería muestran como Adrián, tras recibir el ataque, saca un palo de debajo del mostrador y procede a pegarle al agresor. “Lo sacamos de adentro del local y uno de ellos empezó a patear el vidrio hasta que lo rompió”, indicó el encargado y admitió haber entrado en “shock” tras la situación. “Nadie se mete, todos ven el espectáculo. Solo hay críticas y comentarios”, lamentó en diálogo con la prensa.
“Todos los días pasa esto. La Policía no los mete presos. Y no se los lleva porque tiene que iniciar una causa, llamar a un juzgado, fiscalía, toda burocracia para que a los dos días estén afuera. Insisto en que esto pasa todos los días. Nos roban sillas y plantas. Nos han robado el herraje de la puerta a las cuatro de la mañana”, se quejó el encargado de la heladería.
LA NACION habló con fuentes policiales para obtener mayores detalles sobre el caso. Sin embargo, desde la Policía de la Ciudad afirmaron no haber intervenido. “Llamamos al 911 y tardó 20 minutos en venir. La Policía no los quiere meter presos. Y no se los lleva porque tiene que iniciar una causa”, refutó Adrián.
Antecedente en Rosario
Diez días atrás, tres empleados de una heladería rosarina resistieron el robo del local donde trabajan y redujeron a golpes al ladrón que había ingresado al establecimiento portando una réplica de un arma de fuego. El temerario accionar quedó registrado en las cámaras de seguridad del interior del local.
El hecho ocurrió pasadas las 21.10 en un local del barrio Alberdi, situado en el boulevard Rondeau 2401, esquina Gallo. Allí ingresó un hombre, de 33 años, que se acercó hasta la caja y le exigió a una de las empleadas de la heladería que le diera el dinero de la caja mientras atendía a una clienta que permanece inmóvil.
Dentro del local había una familia tomando un helado en una mesa a pocos metros de donde ocurría el robo. Tras hacerse con el dinero de la caja registradora, el ladrón se dio vuelta y encaró hacia la puerta. En ese momento, otro de los empleados, que estaba sirviendo helado, salió corriendo y atacó al ladrón por la espalda.
En las imágenes se observa que ambos caen al piso y el empleado no permite que el delincuente salga del lugar. En tanto, la familia sentada en la mesa y la clienta que estaba por pagar se esconden dentro del local mientras otros empleados ayudan a su compañero a reducir al delincuente y comunicarse con el 911.
Para evitar que el delincuente se diera a la fuga, los empleados accionaron el mecanismo para que baje la persiana metálica de la puerta de acceso al local. En paralelo, el empleado que había atacado por la espalda al ladrón lo enfrenta y lo golpea, tres veces en el rostro, hasta que cae al piso y el dinero que acababa de robar se desparrama por el local.
Tras increparlo, el empleado comenzó a levantar el dinero y el propio delincuente lo ayudó. Pocos minutos después, llegaron efectivos de la policía de Santa Fe que ingresaron al local y se llevaron detenido al delincuente a la seccional 10ª. Además, secuestraron el arma de utilería y la moto con la que llegaron a la heladería.