Victoria Villarruel sabe que el DNU 70/23 tiene los días contados en el Senado. Con la mayoría para rechazarlo consolidada, la vicepresidenta tendría decidido esperar un poco más y convocar recién la semana próxima a una sesión en el Senado para discutir proyectos de ley y, de ser necesario, habilitar el debate del controvertido decreto de necesidad y urgencia.
La decisión está supeditada al rebote entre los bloques dialoguistas del discurso de Javier Milei del último viernes y su convocatoria a un “Pacto de Mayo”. No obstante, hace rato que la vicepresidenta espera el momento para lo que sería una suerte de demolición programada, sin el estruendo de los embates contra el decreto que viene protagonizando el kirchnerismo desde hace más de un mes con los tres pedidos de sesión especial reclamados, y nunca respondidos por Villarruel, por el bloque que conduce José Mayans (Formosa).
La presión para rechazar el DNU 70/23 viene creciendo de manera paulatina, pero constante. El enfrentamiento del Presidente con los gobernadores complicó la relación con los bloques dialoguistas, en particular con las fuerzas provinciales. Sin embargo, el discurso de apertura de las sesiones ordinarias y la convocatoria a un acuerdo político parece haber calmado un poco el malestar.
![José Mayans preside el bloque kirchnerista, que reclama con insistencia que se debata el DNU de Javier Milei](https://resizer.glanacion.com/resizer/Fm0Oei7qv2mipTd5XPW6Z64yNks=/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/FQ3SBJOVKNFHDC77J4TDNVDMLQ.jpg)
Cada vez son más las voces que se van sumando para exigir el tratamiento parlamentario del extenso decreto de desregulación de la economía. Tanto es así que un heterogéneo grupo de nueve senadores, en el que conviven peronistas antikirchneristas, fuerzas provinciales y hasta un radical, impulsó su propio pedido para la Cámara alta trate el tema, aunque no fijó una fecha para la sesión.
Esta fue la señal que terminó de convencer a Villarruel de que ya no le queda mucho margen para resistir porque los números están a la vista y son incontrastables.
El kirchnerismo tiene 33 senadores que ya anunciaron su rechazo al DNU. Si ahora se suman los 9 legisladores que también pidieron llevar el tema al recinto de la Cámara alta, hay una mayoría más que consolidada decidida a repudia el decreto.
Con el Poder Ejecutivo al tanto de este escenario desde hace por lo menos dos semanas, la vicepresidenta hará un último pase de magia antes de rendir la ciudadela: esta semana convocará a constituir comisiones como parte de su estrategia de diferenciarse de su antecesora, Cristina Kirchner, que mantuvo cerradas gran parte de ellas.
Rechazo creciente
Las voces en rechazo abierto al decreto 70/23 en el Senado vienen en aumento. Esta semana, se sumó al coro el correntino Carlos Espínola, presidente del bloque de peronistas antikirchneristas Unidad Federal, que también integran Alejandra Vigo (Córdoba) y Edgardo Kueider (Entre Ríos).
“Estoy en contra del DNU”, sentenció Espínola en diálogo con LA NACION y le reclamó a la presidenta de la Cámara alta que permita discutir el tema. “En algún momento hay que resolver esta situación, más cuando estamos hablando de un decreto que modifica 80 leyes que podrían ser tratadas por el Congreso”, agregó.
![Carlos “Camau” Espínola](https://resizer.glanacion.com/resizer/aVMEMJW9xXQfmqqRIvsvgo7zR8c=/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/MQBFXE72PBEN3NFZKY5NC4B6DA.jpg)
Espínola no se anduvo con eufemismos. “Hay que dar el debate; el Senado tiene que funcionar”, exigió, admitiendo que, tal como sostiene ahora el kirchnerismo, la tensión generada por los insistentes pedidos de Unión por la Patria para forzar el debate del DNU ha llevado a la vicepresidenta a paralizar la actividad de la Cámara alta.
“Si hay rechazo, el Gobierno se tiene que dar cuenta de que este no es el camino, tiene que recapacitar”, concluyó Espínola, antes de reclamarle a Javier Milei que baje el tono de la confrontación con el Congreso. “No puede seguir habiendo desgaste, no podemos vivir en la Argentina del todo o nada”, declaró.
Por su parte, Kueider aseguró que “el contexto es mucho más favorable para que el DNU tenga un rechazo contundente en ambas cámaras”. El decreto sólo caerá si ambas cámaras lo rechazan.
El senador entrerriano consideró que, con el inicio de las sesiones ordinarias, “no hay motivos para excusarse” y seguir postergando el debate en los recintos del decreto.
El DNU comenzó a ser discutido en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo que esta semana convocaría a funcionarios del Gobierno para que, el jueves, concurran al Congreso a explicar los alcances y las razones que justificarían la emisión del extenso decreto, de más de 600 artículos, que fue emitido por el Poder Ejecutivo el 21 de diciembre.
La comisión volverá a reunirse el jueves próximo a las 14, pero la lista de funcionarios que concurrirán al encuentro todavía no está confirmada. En el memorándum que se hizo circular entre los legisladores figuran los nombres pedidos la semana pasada, pero en se aclara que las invitaciones serán definidas por la jefatura de Gabinete que “informará el cronograma de asistencia”.
Entre los nombres reclamados figuran el del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y de los ministros de Economía, Luis Caputo, y de Salud, Mario Russo. También se pidió que asistan los secretarios de Transformación del Estado, Armando Guibert; de Agricultura, Fernando Vilella; de Trabajo, Omar Yasin; y el director ejecutivo de la Anses, Mariano de los Heros.