“Como El Quijote necesitó a Sancho Panza y El Gordo al Flaco, Piluso tuvo su escudero, Coquito, mi amado viejo, un personaje inocente, lleno de ternura. Cuando hacían el programa eran dos chicos jugando para los chicos”, resumió a la perfección, en una entrevista, Christian Ortiz a aquella dupla histórica del humor infantil que hacían Alberto Olmedo y su entrañable padre, Humberto, aquel marinero que junto al Capitán con su gomera al cuello entretenían a los niños y a sus familias todas las tardes en sus comienzos por Canal 9.
El comienzo de una dupla legendaria
Humberto Ortiz y Olmedo se habían hecho amigos -muy compinches- en el viejo Canal 7. Por entonces ya apostaban a iniciar sus carreras siempre de la mano de Pancho Guerrero. Corría el año 1960 cuando el gerente general de la Compañía Argentina de Televisión, Manuel Alba, la empresa que comandaba el 9, decidió proponerle una labor especial a uno de los técnicos, también incipiente actor, que había conocido en Canal 7.
Se trataba nada menos que de Alberto Olmedo, quien fue al encuentro pensando en un ansiado ascenso, quizás a operador. Pero para su asombro le ofreció la chance de conducir un micro programa infantil. Lo había observado interpretando el personaje de Joe Bazooka relacionado con los populares chicles, marca registrada de todas las épocas.
Alberto no lo podía creer. De inmediato se lo contó a su amigo Coquito, le propuso que lo acompañara y juntos emprendieron un camino de éxito. Al comienzo el personaje de Piluso solo presentaba los dibujos animados de Huckleberry Hound, creado para la tevé por Hanna-Barbera. Pero debido a la simpatía que generaba en la pantalla se fue convirtiendo en un programa propio y después en un verdadero clásico de una hora de duración, nada menos por la muy buena recepción y respuesta que generó en los televidentes, al que Humberto Ortiz se sumó al inicio como libretista y luego como marinero del capitán.
El marinero y el capitán
“Piluso… la leche”, repetía la mágica voz de Inés Jaroslavsky todas las tardes en Canal 9 desde 1960, cuando se inició el ciclo. Y su mano aparecía en imagen con un vaso invitando a los chicos a tomar la merienda.
El programa era tan divertido que más allá de los guiones, generó un ida y vuelta entre ambos personajes a plena improvisación que provocaba que ambos terminaran cada sktech tentados de risa, contagiando a los presentes y atravesando la pantalla, en especial cuando ponían en práctica recetas de cocina que terminaban de la peor manera.
El éxito y las aventuras de Piluso y Coquito
Un año más tarde, Piluso generó un golpe de efecto increíble cuando peleó con el luchador Martín Karadagian en el Luna Park con transmisión en vivo de aquellos inolvidables Sábados Circulares de Pipo Mancera. El capitán ganó la pelea y además de hacer aún más popular su imagen le dio un impulso que creció de manera sorprendente. El día de la pelea Piluso aterrizó en helicóptero sin la compañía de Coquito que llegó en un descapotable porque volar le daba terror. Como broche de oro, al finalizar el espectáculo, todos juntos repartieron juguetes por el centro de la ciudad.
En 1965, el dúo hizo el programa para Canal 7 y un año más tarde pasó al Canal 2 de La Plata por dos temporadas. Además del merchandising que incluía muñequitos de ambos, la dupla lanzó el long play “El Capitán Piluso”, por RCA Viktor, donde se los pudo ver acompañados de Palito Ortega, con temas como “La gata Patricia” y “Abuelita vamos a dormir”.
En 1980, juntos reaparecieron en la pantalla de Canal 13 y al año siguiente pasaron al 11. De manera increíble la dictadura prohibió que Piluso siguiera usando el rango de Capitán y Coquito el traje de marinerito con el argumento de que ridiculizaban a las fuerzas armadas.
El legado de Piluso y Coquito
Luego, Olmedo se convirtió en Pilusman con traje de superhéroe incluido y volvió a revolucionar la pantalla con la producción de otro disco. Coquito también tuvo su ciclo: se llamó En la casa de Coquito. Y Alberto, su coequiper, decía presente una vez por semana para respaldarlo. Lo curioso era que juntos viajaban en el Ferrocarril Roca -el programa salía por Canal 2 de La Plata- y parte del salario que percibían lo cobraban con mercaderías diversas como indumentaria deportiva, pantalones, camisas, zapatos y hasta cajas de vino.
Coquito además fue uno de los artífices de El Chupete, el gran ciclo de Olmedo, y además de hacer los guiones, fue el creador del inolvidable personaje de El mago ucraniano.