¿Qué rumbo económico tomará Donald Trump?
El presidente electo Donald Trump y su intención de iniciar una guerra comercial con México, China y Canadá ha planteado interrogantes sobre el futuro de las importaciones estadounidenses y hacia dónde se dirigirán las empresas en busca de alternativas. Estos tres países representan más del 40% de todas las importaciones de Estados Unidos, por lo que cualquier cambio en las políticas comerciales podría tener un impacto significativo en el mercado y en los consumidores.
En el caso de China, Trump ha propuesto imponer aranceles adicionales del 10%, además de los que ya existen. También ha mencionado la posibilidad de aplicar un arancel general del 60% a los productos chinos. En cuanto a México y Canadá, planea imponer un nuevo arancel del 25% a todas las importaciones el mismo día de su investidura.
La idea de Trump es que estos aranceles más altos impulsen la fabricación nacional en Estados Unidos, ya que las empresas podrían evitar los impuestos de importación. Además, ha ofrecido exenciones fiscales para incentivar a las empresas a trasladar su producción al país. Sin embargo, los expertos no creen que esto genere un cambio significativo en la producción nacional, ya que trasladar la manufactura a Estados Unidos implica costos mucho más altos de producción que se reflejarían directamente en los precios para los consumidores.
Ante la posibilidad de aranceles más altos, las empresas podrían buscar trasladar su producción a otros países para evitar impuestos de importación más altos. Algunas opciones podrían ser Vietnam, debido a su bajo costo de producción y su beneficio de la guerra comercial con China. Sin embargo, hay limitaciones de capacidad y el aumento de la demanda podría llevar a un incremento en los precios de producción.
En el caso de la industria automotriz, México es la principal fuente de importaciones de vehículos motorizados para Estados Unidos. En este sentido, países europeos como Alemania podrían aprovechar sus capacidades de producción para suplir la demanda. Japón y Corea del Sur también podrían aumentar su producción en este sector.
En el ámbito de la ropa y el calzado, se espera que países como Indonesia, Bangladesh y Camboya se conviertan en proveedores importantes si se produce una guerra comercial. Italia podría experimentar un aumento en la demanda de producción de ropa y calzado de lujo.
En la industria electrónica, Taiwán y otros países del sudeste asiático como Malasia, Tailandia, Vietnam, Corea del Sur y Japón podrían aumentar su producción. Además, algunas empresas podrían seguir el ejemplo de Apple y trasladar parte de su producción a países como India.
No obstante, muchas empresas podrían optar por quedarse donde están debido a contratos vigentes o a la búsqueda del costo total más bajo. Aunque los aranceles más altos podrían influir en las decisiones de las empresas, algunas podrían estar dispuestas a absorber estos costos si resulta más barato que trasladarse a otro lugar.
En definitiva, si se inicia una guerra comercial con México, China y Canadá, las empresas buscarán alternativas en otros países para evitar los aranceles más altos. Vietnam, Alemania, Japón, Corea del Sur, Indonesia, Bangladesh, Camboya, Italia y Taiwán son algunos de los países que podrían beneficiarse de esta situación. Sin embargo, muchas empresas podrían optar por seguir en su ubicación actual debido a diversos factores.