El Banco Central tuvo que intervenir nuevamente en el mercado cambiario, esta vez con una suma de US$9 millones de sus reservas. Esta es la segunda intervención negativa consecutiva desde el inicio de la gestión Milei, que hasta ahora se había caracterizado por mostrar un poder de compra sólido. A pesar de estas intervenciones, el banco central todavía cuenta con un ingreso acumulado de más de US$17.300 millones por esta vía.
En los últimos 11 días, el Banco Central ha registrado cinco intervenciones vendedoras, lo que indica un saldo acumulado de compras de US$222 millones. Esto significa que, en general, el banco ha comprado más de lo que ha vendido en este período.
Sin embargo, esta situación no oculta el hecho de que el proceso de acumulación de reservas, que es esencial para fortalecer la entidad y avanzar en la eliminación del cepo, ha experimentado turbulencias en las últimas semanas. Esto se debe en parte a la política cambiaria inestable a nivel local y al aumento del valor del dólar a nivel internacional. Además, el tipo de cambio real multilateral ha seguido mostrando una tendencia a la depreciación, mientras que el Banco Central ha reducido las tasas de interés y el gobierno ha enfrentado dificultades para aprobar leyes importantes y se ha enfrentado a la posibilidad de nuevas leyes que complican su política fiscal austera.
A pesar de un aumento moderado en la oferta de divisas provenientes del campo, el volumen de negocios en el mercado cambiario oficial se ha reducido y el Banco Central se ha visto obligado a utilizar reservas para completar la oferta faltante. Esto ha coincidido con un aumento natural en la demanda a medida que se acercan los plazos del esquema de diferimiento establecido después de la devaluación de diciembre.
En cuanto a las cifras del día, se ha observado un aumento del 50% en el acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) por parte de los importadores en las últimas cuatro sesiones. A pesar de esto, el volumen de operaciones en el mercado oficial aumentó un 5% con respecto al viernes, alcanzando los US$245,2 millones. El Banco Central también permitió una devaluación del peso al permitir que el dólar mayorista subiera $3 al comienzo de la semana, cerrando en $902,00 para la venta.
Los inversores han detectado inconsistencias en el plan oficial, lo que ha generado preocupación en el mercado. La agresiva reducción de tasas de interés y el enroque de pasivos del Banco Central hacia deuda del Tesoro han aumentado el endeudamiento a corto plazo del Tesoro. Ante esto, no se descarta que el Gobierno acelere el ritmo de devaluación mensual para evitar una apreciación excesiva del peso.
En este contexto, se ha observado un cambio en el clima del mercado, con dudas sobre los fundamentos económicos actuales. La suba en los contratos de dólar futuro y la venta de inversiones en Lecaps son indicadores de esta agitación. Los analistas esperan que esta tendencia continúe hasta que el Gobierno logre aprobar la Ley de Bases y el paquete fiscal en el Senado.
El Banco Central ha tenido que intervenir una vez más en el mercado cambiario utilizando sus reservas. A pesar de una acumulación positiva de compras en los últimos días, el proceso de acumulación de reservas ha enfrentado dificultades debido a la política cambiaria y fiscal inestable. Los inversores han expresado preocupación y se espera que esta tendencia continúe hasta que se aprueben las leyes clave en el Senado.