El presidente Javier Milei logra que los clubes puedan optar por otros modelos de gestión
El presidente Javier Milei ha cumplido una de sus promesas de campaña al permitir que los clubes puedan elegir otro modelo de gestión y convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Hasta ahora, las organizaciones deportivas en Argentina solo aceptaban asociaciones civiles sin fines de lucro. Sin embargo, el Decreto 70/2023 de Necesidad y Urgencia (DNU) desregula las afiliaciones y obliga a las entidades superiores como la AFA y la Liga Profesional a “no discriminar” según la figura que elijan los clubes a través de sus socios para administrarse. Esto significa que a partir de ahora, las asociaciones civiles y las sociedades anónimas deportivas deberán coexistir.
El DNU prohíbe prohibir, según abogados especializados en derecho deportivo consultados por LA NACION. Además, el DNU tiene fuerza de ley nacional y supera los estatutos de la AFA y la Liga Profesional. El objetivo de estas normas es permitir la competencia entre las instituciones deportivas sin importar el modelo de gestión que adopten, liberando todo tipo de restricciones.
Sin embargo, el camino para convertirse en una SAD no es tan claro. Las SAD deben ser reglamentadas por una ley sancionada en el Congreso, lo cual no ha sucedido aún. Además, la mayoría de los clubes prohíben en sus estatutos el cambio a sociedad anónima. Incluso si logran cambiar sus estatutos, deberán obtener las dos terceras partes de los votos de sus socios y luego presentar los papeles correspondientes en la Inspección General de Justicia (IGJ) o en la Dirección de Personas Jurídicas para inscribirse como una SAD.
La AFA no aceptará a ninguna SAD a menos que su propio estatuto sea reformado. La AFA considera que el DNU es opcional y no obligatorio, por lo que no descarta hacer una presentación judicial en el futuro.
En caso de que una SAD sea rechazada por la AFA, podrá elevar una denuncia a la IGJ o buscar amparo en un tribunal. Según los expertos consultados, lo más probable es que la Justicia termine dándole la razón a la SAD y la AFA se vea obligada a aceptarla entre sus miembros.
Es importante tener en cuenta que el DNU también tiene otras disposiciones, como el rebautizo de las asociaciones civiles como “organizaciones deportivas” y el otorgamiento de un plazo de un año para que todas las asociaciones, federaciones y confederaciones adecuen sus estatutos a los lineamientos del decreto.
En países como Chile y Uruguay, las SAD existen desde hace varios años y han sido implementadas para solucionar problemas económicos en los clubes. En Chile, 14 de los 16 equipos de la primera división son sociedades anónimas deportivas, mientras que en Uruguay, aunque hay seis SAD en la primera división, los dos grandes clubes del fútbol charrúa, Peñarol y Nacional, no son SAD.
El DNU de Milei permitirá a los clubes argentinos optar por convertirse en SAD, pero aún faltan reglamentaciones y ajustes legales para que esto se concrete. La AFA no aceptará a las SAD a menos que su estatuto sea reformado, lo que puede llevar a conflictos legales en el futuro.